viernes, 9 de enero de 2009

Powerpoint karaoke + sorry guy

Un nuevo entretenimiento irrumpe las clases de todas las universidades alemanas. Se trata del Powerpoint Karaoke. Mientras el público se acomoda por el aula, el o la conferenciante debe enfrentarse a una presentación.ppt escogida al azar en Internet o en cualquier lápiz olvidado en la sala de ordenadores. La persona que habla no sabe lo que le viene encima. Mientras acciona el space y pasa pantallas, debe sacar todo el poso de su conocimiento para encarar el temilla que le toque. La actividad es de lo más cool. Aunque el humor y el buen rato pase, las habilidades retóricas quedan.

Una persona que me tiene intrigado es la que siempre camina por los pasillos universitarios y medio abre la puerta de una clase, para volver a cerrarla y pedir perdón mi
entras lo hace. Mi teoría es que se trata siempre del mismo ser vivo, independientemente de la universidad en la que el suceso ocurra. Por el medio segundo en el que a veces se deja ver la estampa, se cree en el retrato de un varón joven de unos veinte años. Alguna vez os habrá pasado también, puesto que el sorry guy actúa everywhere. Mientras exista en el universo una puerta sin ventana acoplada a un aula con personas, siempre habrá la posibilidad de avistamiento con el sorry guy, toda una institución universitaria.

La temperatura ha rondado los 12 bajo cero y llevamos así una semana. Ello posibilita ver como los cuervos se posan junto a las chimeneas de los tejados para darse su particular sauna, o como un barco (foto abajo) pasa su particular invierno atrapado en el hielo del Obersee a escasos metros de nuestra calle.


Todo esto y mucho más en nuestra querida Bielefeld.

Abrazos.

F.

sábado, 3 de enero de 2009

De vuelta al invierno

Después de tener que aplazar a última hora el viaje en coche y tener que coger el avión, jamás pensé que duraría casi lo mismo. Más de 14 horas duró el trayecto a Bremen debido a una avería. El percance me lo tomé con humor, y aproveché para hacer una detallada visita a cada rincón del Aeropuerto de Girona. También son dignos de mención, los grandes avances en las lecturas del pasaje de mano.

En Alemania no se come la uva en fin de año. Hay que mirar un reloj y cuando dan las doce te abrazas mientras alguien tira petardos en el jardín. En este caso fue Sasha el artificiero. La simultaneidad y la extensión del evento (casa por casa) lo hacen de gran espectacularidad.

Hoy he vuelto a Bielefeld y Schröder me ha dado la bienvenida. La ciudad está nevada y el termómetro marca 4 bajo cero a las 18 horas. Se espera una mínima de menos 8 esta noche. Mis baterías están otra vez cargadas (sobre todo las del estómago) y ahora toca volver a coger la ruta del viaje académico que empecé en el 2003 y que aunque todavía carece de destino, dispone de numerosas posibilidades para transitar en múltiples y apasionantes direcciones.

Feliz año,

Francesc.